domingo, 25 de octubre de 2009

Di un color

Para el Psicoanalista alemán Carl Jung existen imágenes ancestrales pertenecientes a la religión o mitos que forman parte de un inconsciente colectivo. Estas representaciones que no alcanzan al limite de la conciencia, son contenidos que la experiencia personal nunca alcanzo a percibir pero que sin embargo si fueron registrados. Se trata de predisposiciones compartidas por toda la gente sin importar su conducta, ni la cultura de la que hablemos, estos son los llamados arquetipos.

Para Jung el inconsciente posee una parte personal y otra de carácter impersonal o colectiva. “… los arquetipos no son contenidos sino formas que, gracias a la experiencia individual repetida, son despertadas por los eventos con el mundo externo, ordenando las representaciones que aseguran en todo individuo la similitud, y aún la igualdad, de la experiencia y de la creación imaginativa.”[1]

La idea del arquetipo esta íntimamente relacionada con los instintos, de hecho ambos son fenómenos psíquicos y solo pueden ser demostrables con el actuar. Los arquetipos son las imágenes inconscientes de los propios impulsos, en palabras de Jung es el modelo paradigmático del comportamiento instintivo. Sobre este tema el estadounidense Chuck Palahniuk en su novela “Diario” hace referencia a un test de Carl Jung sobre arquetipos que me gustaría compartir, es breve y consta de 7 sencillas preguntas.

La única regla es responder sin pensarlo mucho, tiene que ser de manera espontanea, lo primero que llegue a tu mente, no reflexiones ni seas racional. Anota tus respuestas en una hoja y la siguiente entrada pondré la segunda parte del test.

1. Di un color
2. Menciona tres palabras que describan a ese color.
3. Di un animal, cualquier animal.
4. Menciona tres palabras que describan a ese animal.
5. Di una masa de agua.
6. Menciona tres adjetivos que la describan.
7. Imagina que estas en una habitación donde todas las paredes son blancas y donde no hay puertas ni ventanas.

[1] Jung, C.G. (1991): Arquetipos e inconsciente colectivo. Barcelona: Paidós.

domingo, 11 de octubre de 2009

Ellos...

Trabajamos en lugares que odiamos para comprar cosas que no necesitamos decía algún gringo enloquecido. En esa forma de vida generalizada, la vida en general, el hacer de los hombres, su propia vida, lejos de servir en primer lugar a los hombres mismos, sirve para una entidad abstracta que escapa a su control, eso es lo normal, lo “natural”.

“Dentro del desarrollo 'normal', el individuo vive su represión 'libremente' como su propia vida: desea lo que supone debe desear; sus gratificaciones son provechosas para él y para los demás; es razonable y hasta a menudo exuberantemente feliz.”[1]

Al menos los griegos eran más honestos, decían que un dios era quien les había ordenado ir a la guerra o enamorarse. Ahora nuestro libre albedrío nos lleva a salir corriendo a comprar la nueva marca de papas fritas que vimos en un anuncio comercial.

Ellos quieren que sigas creyendo en líderes, en estrellas de pop, en actores de cine, en las pirámides de Amway, en el fascismo dividido, en las comodidades mediocres, en los romances de plástico, en los intercambios navideños, en la apatía perpetúa, en la juventud en éxtasis, en las amistades de telenovela, en que siempre ganan los buenos, en la comida rápida, en los espectaculares de periférico, en el mañana, en los prestamos bancarios… ellos

[1] Nietzsche, Friedrich Wilhem, Más allá del bien y el mal, Ed Eros, pp. 61-62

sábado, 10 de octubre de 2009

198d

…nada es verdad, nada esta bien, dios ha muerto…chale donde leí eso, donde lo escuche, no sé pero esta chido (ay si ay si, de seguro ni le entiendes, de seguro solo quieres parecer inteligente, a quien le importa, a la m…pobre tonto) si, esa frase esta chida. Nietzsche, las ratas y los halcones, no eso es otra cosa, eso solo tiene que ver con la muerte de dios. “God is dead” pero los humanos no lo saben y durante años se enseñará su sombra en cavernas… no tengo ni la menor idea de lo que estoy escribiendo, bueno eso si lo dijo Nietzsche, no exactamente así pero por ahí va la idea.

Ya recordé en que estaba pensando, en The figth club (¿otra vez? ¿No has visto más películas?) y la escena, no cuál escena, más bien en la frase de…ah¡¡ como sea. Nada de esto tiene sentido, si alguien lee esto ofrezco una disculpa, no he dormido bien. Son las alucinaciones de mis “sueños”, ya no debo leer a Fernando Vallejo, ese tipo esta loco, es un pesimista. Sólo necesito dormir. Ya sé contaré ovejas, así se hace cuando quieres arrullarte y poner a tu mente a trabajar en algo que tu le ordenes y no simplemente divague en cosas que no quieres pensar hasta que ya... hasta que te duermes, yeah¡¡¡

Bueno tenía que escribir algo y ya llevo casi 3 párrafos (vamos bien, vamos bien y ¿qué más soñaste? Tú deberías saber ya que eres mi conciencia o esa voz interiorizada que molesta), aún es temprano nunca me había tardado tan poco en escribir la entrada del blog (claro, ni se le entiende nada así hasta V. Fox), que bien ahora a dormir.

domingo, 4 de octubre de 2009

Reconstrucción

Están ellos dos ahí en medio de la multitud, del ruido, de los coches, no… mejor en un bar. ¿Es el principio o es el fin? ¿Quién conoce a quién? Observémoslos. Todo esto es ficción, una reconstrucción, pero incluso así duele. Ahora ya están todos los elementos, el hombre, las risas, la mujer y el amor.

-Hola - Hola… Después de una breve conversación ella lo mira, sabe que no miente, no lo rechaza aunque debería. Entonces ella pregunta ¿Qué quieres? Él responde quiero decirte adiós. Entre la gente y la neblina, aun lado de la vida, el tiempo siguió su marcha. Este no es el principio pero es importante. Estas historias siempre acaban así.

El problema de las historias, es qué se cuentan siempre que ya han pasado, siempre estás un paso detrás. Nunca estas listo para decir adiós, que costumbre tan salvaje es esta. El problema de la Facultad de Ciencias Políticas es que no te enseñan “la despedida”, no te enseñan este protocolo, ni los objetivos. El problema es que tampoco encuentras la justificación ni una buena teoría. ¿Por qué hacemos lo que hacemos?

Volvamos al bar, al humo y las risas. El hombre entra al bar, se sienta junto a la hermosa dama y ordena algo, tal vez un café. Él la mira, ella expresa una sonrisa ligera, está segura de no conocerlo, sin embargo lo recuerda. No lo rechaza aunque quizá debería, lo mira, espera, la noche avanza. De nuevo entiende que no miente, entonces él dice adiós.

viernes, 2 de octubre de 2009

Nana

No sé cómo fue que llego a mis manos ese libro, más bien no sé porque razón me detuve justo en ése lejano anaquel donde no estaba lo que buscaba en ése momento. En lugar del libro de Derecho Internacional salí de la biblioteca con esta novela del qué hasta entonces solo era para mí un simple guionista de cine, habló de Chuck Palahniuk y su obra “Nana”. Desde que vi The fight club” la película que lo saco del anonimato en 1999 nunca volví a concebir la violencia de la misma forma, de alguna manera siempre me han interesado los personajes extraños e inadaptados y esta historia era lo qué sin saber quería leer en ese momento.

Su estilo literario según los que saben, según los críticos, es minimalista y perturbador. Para muchos otros se trata de un amarillista escandaloso, de realismo sucio, jajaja. Sus historias hablan de gente normal, de historias reales, de las cosas o situaciones que son tan terribles que nuestra menta las ignora, a los miedos que no podemos enfrentar. Su narrativa es directa y honesta, sin contemplaciones ni adornos estéticos para agradar. La mejor forma de hablar de su trabajo es por medio de sus palabras, a continuación dejo un fragmento de “Nana” un libro que encontré por casualidad y recordé ahora que pensaba en mi esposa e hija.

- Pero tú no tienes ni esposa ni hija.

- Ya sé pero de todos modos estaba pensando en ellas.

“Hay peores cosas que descubrir a tú mujer y a tu hija muertas. Puedes ver como las mata el mundo. Puedes ver como tu mujer envejece y se aburre. Puedes ver a tus hijos descubriendo todas las cosas del mundo que has intentado salvarlos. Las drogas, el divorcio, el conformismo, las enfermedades. Todos los libros bonitos, la música y la TV. A la gente que amas puedes hacer peores cosas que matarlos. Lo normal es quedarse mirando como el mundo lo hace por ti.”