Es difícil escribir cuando es domingo por la noche y más si existe la presión de cumplir con una obligación. Mi intención era seguir aburriendo con precarios intentos para entender el por qué nos gusta lo que nos gusta y el por qué… bla, bla, bla, etc., pero a estas alturas ya no hay tiempo, aunque no parezca eso me tomaría más tiempo que escribir sobre cualquier otra cosa que tampoco tenga importancia.
Como ya dije es domingo con toda y su insoportable levedad. La vida moderna de las sociedades industriales esta impregnada hasta la…coronilla del esquema de la “fábrica” (muchas de las cosas en que esta organizada nuestra vida cotidiana obedece a patrones o esquemas en que se organiza una fábrica, las formas nucleares de las familias, las sociedades escolarizadas, la producción en masa de artículos estandarizados etc., ¡no aburras¡) convierte el fin del fin de semana en nostalgia absoluta.
Mañana hay que regresar a la fábrica, a los procesos, a las reglas, a sentarte, escuchar y obedecer en tiempos cronometrados dentro de a línea de ensamblaje del modelo Google-tista, (ni yo lo entendí a eso último pero no importa, es domingo en la noche no hay tiempo para corregir nada) para de nuevo comenzar contar los días esperando que sea viernes por la tarde cuando por algunas horas el tiempo se convierte en la promesa de que todo estará mejor, será divertido y de que valió la pena toda la semana.
Como ya escribí antes lo único bueno es que hoy hay fútbol. ¡Gracias Dios Perro¡ por este contundente triunfo. Si no conocen al Dios Perro no se preocupen, yo tampoco hasta esta tarde, seguramente no son suizos ni estudian Nahuatl. (Esto tampoco tiene sentido, no importa era un chafa chiste local)
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Sacrificio de Ardillas; altares y veladoras a Rebeca Linares por esta entrada y por la Feria de Goles.
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