domingo, 29 de noviembre de 2009

Locura sublime, tedio y melancolía (Parte1)

El parte meteorológico pronostica que hoy será el día más lluvioso del año, últimamente todos los son (¡!chale, no aburras¡¡). Obscuridad, silencio y soledad… el cliché de la melancolía símbolo del desequilibrio y la muerte (no ma , bueno ya). Los Smashing Pumkins titularían así a su obra maestra, la que los colocaría en la inmortalidad del rock alternativo noventero “Mellon Collie and the Infinite Sadness” una de los mejores discos conceptuales de la historia. Corgan es uno de esos personajes que lograron pasar esa delgada línea que hay entre la genialidad y la locura. Al parecer la inspiración necesita de enfermedad, heridas y locura.

Lo que no lees en la Facultad de Ciencias Políticas, lo que no aprendes del autor de la ética protestante y el espíritu del capitalismo, es que Max Weber sufría de tedio, una especie de inhibición psíquica sin alucinaciones y desilusiones muy marcadas, algo que los médicos llaman “melancolía simple”. Su defensa de la razón lo llevo al desencantamiento del mundo, el grandioso abandono. Al afirmar que es el destino el que conduce al desencanto, el hombre moderno logra mitigar un poco de angustia y aceptar el carácter superfluo de sus decisiones y elecciones.[1]

Para Weber la racionalización de todo conocimiento a límites extremos, la búsqueda de una verdad total y absoluta lleva inequívocamente al fatal desenlace que es el desencantamiento del mundo. “Si no hay una forma científica para decidir la certeza de los diferentes sistemas de valores, y ni siquiera de las manifestaciones estéticas (...) entonces no hay otro remedio que realizar un acto supremo de libertad para decidir ante cual de los dioses (o demonios) hay que sacrificar el intelecto.”[2] Para algunos sociólogos fue Weber el primero en comprender que el universo no tiene verdadero sentido. Esta paradoja convierte a la modernidad en un camino hacia el absurdo.

[1] Roger Bartra, El duelo de los ángeles: locura sublime, tedio y melancolía en el pensamiento moderno, México, FCE, 2005. P 102.
[2] Ibidem

1 comentario:

  1. un blog versátil y un tanto extraño,
    fue un placer leerte,
    20/28 entradas

    saludos

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