El gen del mal

Hay cosas que están de más en este mundo, sin ellas el universo podría seguir expandiéndose hasta la eternidad de manera armoniosa, de verdad, las podríamos quitar y no pasaría nada, tal ves en el peor de los casos sólo algunos distraídos los notarían. Podría hacer una lista y no acabar en muchas horas, es más, cada quien debe tener su lista de aquellas cosas que considera innecesarias e incluso dañinas para la humanidad.

El día de hoy quiero aprovechar este espacio para recordar la tendencia hacia la inutilidad que presentan los estudiantes de ciencias de la comunicación. Parecería una necedad por lo obvio del asunto pero al igual que las fundas para USB, los rufles azules, la tecno-cumbia y la cebolla, los comunicólogos sobran.

Cabe señalar que por alguna extraña razón este gen de la inutilidad solo se expresa en los individuos de género masculino que estudian esta carrera. En cambio las damas pueden ser brillantes y respetables profesionistas llenas de talento. Ellas si pueden contribuir con su existencia a la producción de un sinnúmero de cosas. Fotografía, cine, radio, producción, etc.

Aclaración hecha. Me parece que también tenía que aclarar algo sobre los mapuches, o ¿era sobre Chilpancingo? ¿alguién sabe? no, creo que no era nada.