En aparente coincidencia con uno que otro blog pro- barba y anti-pelisrojas (de taxqueña) Alejandro Jodorowsky hace critica a la medicina institucional profesionalizada, con todo y sus médicos de zapatitos blancos (sólo médicos hombres, las doctoras si son necesarias y más si son…bueno, ya) que en su cárcel lógica deprecian la imaginación e intuición de los sabios curanderos mexicanos que saben utilizar la fe como medicina.
Para este controvertido ruso-chileno-mexicano, cineasta, músico, escritor, actor, mimo, las enfermedades son sueños, mensajes que revelan problemas no resueltos. Nosotros vivimos en el mundo racional, aquel que necesita de la comprobación empírica de cualquier supuesto. Sólo existe aquello que es demostrable, así lo dicta la tradición positivista y su dogmatica de la ciencia y el progreso. Pero eso es suficiente, ¿el ser humano no necesita también de magia y de lo irracional? Es la combinación de ambos aspectos son los que nos hacen ser realmente humanos. En México existe una gran tradición de curanderos y chamanes, basta con darse una vuelta por el mercado de Sonora para encontrar toda clase de productos mágicos, velas, imágenes, plantas medicinales y demás cosas que los médicos profesionales hijos fieles de las universidades desprecian.
“Según ellos la medicina es una ciencia. Quisieran llegar a encontrar el remedio ideal, preciso, para cada enfermedad, tratando de no diferenciarse los unos de los otros. Desean que la medicina sea una, oficial, sin improvisaciones y aplicada a pacientes a los que se les trata sólo como cuerpos. Ninguno se propone curar el alma. Por el contrario, para los curanderos la medicina es un arte. Le es más fácil al inconsciente comprender el lenguaje onírico que el lenguaje racional.”(La jornada 13/10/2010)
Algunos tienen más imaginación y talento pero todos son útiles si se les consulta con fe dice Jodorowsky. Ellos hablan al ser primitivo y supersticioso que llevamos dentro, pero para que lo extraordinario ocurra es necesario que el enfermo admitiendo la existencia del milagro, crea firmemente que se puede curar. Para lograr esto es necesario que el Brujo utilice una serie de trucos que convencen al enfermo de que la realidad material obedece al espíritu, es decir hace un falso milagro para que el enfermo crea. “Una vez que la trampa sagrada embauca al consultante, éste experimenta una transformación interior que le permite captar el mundo desde la intuición más que desde la razón. Sólo entonces el verdadero milagro puede acontecer”. (La jornada 13/10/2010)
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como si tu leyeras a jodorowsky! ni que fueras martita!...mejor regresa a escribir incoherencias, cuando "buscas" un tema este blog decae. seguro tu rating debe andar rondando los 1.7 lectores. lo único que no discuto es eso de las doctoras.
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